miércoles, 25 de julio de 2012

Mi tesoro.

Siento calor. Un calor lindo, cálido, no quema. Me hace sentir bien. Veo tu sonrisa y me contagio, veo tus ojos y brillan los míos. Entro perfectamente en esos brazos que sólo buscan sostenerme cerca, y cuando eso sucede, me siento aún mejor.
Puedo sentir tus caricias y me dan escalofríos. Tiemblo y me acerco un poco más a vos, me besás la frente y se hace la paz. Esa sensación inmensa de tranquilidad, de armonía. Disfruto de mi respiración al compás de la tuya. Disfruto del amor.
Me despierto. Tengo miedo de que sólo haya sido un sueño, y lo fue. Doy la media vuelta en la cama y estás ahí, durmiendo a mi lado. Vuelvo a sentir tu calor, ese que me hace tan bien, y esta vez además me inunda tu perfume. Me acerco despacito tratando de no despertarte; te rozo, agarro la mano o te abrazo, de acuerdo a mi urgencia.
Vuelvo a dormir tranquila sabiendo que puedo soñar todo lo que quiera, al despertar serás mi realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario